La empresa ofrece un servicio de traducción jurídica. Todas las traducciones son realizadas por abogados y/o traductores especializados en la traducción de documentos jurídicos tales como escrituras notariales, extractos de registros mercantiles, contratos comerciales, poderes, etc.
La misión del traductor jurídico es más compleja de lo que uno se cree. Además de dominar perfectamente las lenguas de partida y de llegada, debe tener conocimientos avanzados de derecho y una gran capacidad de redacción para traducir los matices del texto de partida.
Traducir un contrato del español al francés, por ejemplo, supone pasar del derecho español al francés, y consiste en hacer coincidir los principios de los dos sistemas jurídicos.
Por ello, un traductor jurídico debe hacer algo más que traducir. También debe realizar una investigación terminológica y de derecho comparado para que la traducción se adapte perfectamente a su objetivo.